lunes, 28 de febrero de 2011

lluvia

la lluvia en sao paulo no es cualquier pavada. llueve casi todos los días unas dos horas... y no es que llueve... llueve. cristian dice que es el clima tropical, yo digo que esto no es moco de pavo. pero quien me conoce, ya a los quince minutos sabe que uno de mis mayores amores es a la lluvia. tal vez a una lluvia un poco más chispeante que me recuerda al bolsón, pero aprendí a quererlas a todas.

la lluvia del domingo pasado nos agarró en la entrada de una linda librería, induciendonos a recorrerla y a realizar la compra del libro en idioma extranjero que debe acompañar al buen viajante. en este caso, meio intelectual, meio de esquerda del autor paulista antonio prata fue el libro elegido. trata de una recopilación de crónicas contemporáneas de rápida (y corta) lectura siempre en relación a la cultura de esta ciudad. muy bien senhora recomendadora, le dio en el blanco.









los terrenos en vila madalena (el barrio de sao paulo donde estoy) tienen en su mayoría barcitos hacia el fondo, que hacen juego con la temática de lo que está al frente; en su mayoría hay galerías de arte, ropa, algunos objetos, etc.




cuando la lluvia terminó, volvimos a casa y el panorama desde mi ventana se veían se apreciaban a la perfección los colores de paredes y tejas mojadas iluminadas por el sol perpendicular.

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domingo, 20 de febrero de 2011

no se dice septima feira









las quiero todasssssss







de esto no compramos



a la mañana, como era de esperar, me desperté corriendo a la heladera para tomar el rico yogurt que habiamos comprado, más tarde uma leite con una granola con manzana y canela, después alguna fruta. más después salimos a la feria, donde yo pensaba que la persona que me dijo "lo que más vas a extrañar es la comida" estaba totalmente equivocada. la variedad y calidad es impresionante, los precios un poco más moderados pero algunas cosas muy baratas más sobre el final. iván es un buen negociador, baja todos los precios, yo hubiese gastado el doble.
me crucé con unos chicos arquitectos que había conocido en la rampa de la fau. también tomé un rico jugo de caña con ananá (abacaxi). tengo que hacer un safari fotográfico al barrio antes de que lo extraño se me vuelva cotidiano. hay tantas texturas, tantos detalles.
ya empecé con el registro en fotos de todo las comidas. mucha fruta, mucha verdura... ya decidí que uno de mis objetivos en este lugar es disfrutar de la comida, por más tiempo que pierda.
antes de salir a la calle a la tarde, el plan no era en lo más mínimo lo que resultó. llegamos a una segunda feria de chucherías que estaba cerrando y en el medio de la calle nos chantamos una cerveza, yo elegí una negra por la que me descontaron r$0,50 al ver mi cara de tristeza por ser más cara. si si... cuando me había dicho el precio yo había entendido cualquier cosa. el ambiente del lugar, cual "músicos en la calle" de los domingos en el paseo de córdoba, era hermoso. cuando la cerveza es económica y uno la toma en la vereda/acera tiene otro precio.
luego de ver unos discos para la foto y un par de remeras, volvíamos y una mina, aparentemente pareja de quien sería su aceite si ella fuera el agua, que vendía cerveza nos hizo amigos de un flaco (con una remera de brasil) que les estaba comprando. éste último nos unió a su grupo de amigos/as. no me asombraría si juntando todas las conversaciones que tuve en brasil hasta el momento en el 90% se mencionan los idiomas. ustedes entenderán, por ejemplo, que en acá había un brasuca (cariñosamente) recién llegado de holanda, con quien era más fácil falar em inglés, también con una de las chicas. el primordial era el portugués, pero todavía tengo el francés en la punta de la lengua y me sale sobre todo cuando quiero decir parce que. sumado al español, estos tres producen un agotamiento mental del que hay veces que quiero salir corriendo.
tipo ocho cierran los bares... de la tarde eh... así que nuestros nuevos amigos nos invitaron muy gentilmente a seguirla en una casa. donde el ambiente también era super relajado y de mi agrado total. un cuadro en byn de friends, una polaroid de las viejas y el catálogo que no compré de mapplethorpe en el malba (grrrrrrrr) fueron mis objetos preferidos de la casa, si bien los sillones y la mesa ratona hacían su gran parte.
reflexión: creo que este tipo de salidas es una de mis preferidas. tintes de espacio público con gran convocatoria espontánea y cerveza económica (entiéndase latitas salidas de una heladerita con mucho hielo y vendidas por gente común y corriente) y/o una juntada con buenos amigos descalzos sobre sillones. nada de boliche y culturas wannabies con deseos de grandeza. somos lo que somos y está buenísimo.

esto ya es en la segunda feria, la de la tarde

elton john versión straight... yeah, right.








y esto en la casa donde nos invitaron




si hubiese que nombrar un cuarto objeto preferido, es éste.